Dieta para SIBO

¿Qué es el SIBO?

El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano es una acumulación de bacterias en el intestino delgado (Small Intestine Bacterial Overgrowth). Son bacterias que normalmente viven en el tracto gastrointestinal, pero que han proliferado de forma excesiva a un lugar que no está preparado para tantas bacterias. Éstas interfieren con la digestión normal y está asociada con daño al epitelio intestinal.

Síntomas del SIBO

Los principales síntomas de SIBO son los característicos del Síndrome de Intestino Irritable (SII). Se ha demostrado que el SIBO puede existir en hasta 84% de los pacientes de SII y se asocia con otros numerosos trastornos, por lo cual se teoriza que es la causa o como consecuencia de la enfermedad preexistente. Según Bures et al. “Es obligatorio considerar SIBO en todos los casos de quejas no específicas de dispepsia (distensión, incomodidad abdominal, diarrea, dolor abdominal), en trastornos de motilidad, anomalías anatómicas del ID y en todos los síndromes de mala asimilación (malabsorción, mala digestión)

Entre los síntomas que más destacan en personas que padecen SIBO están; náuseas, hinchazón, flatulencia, distensión abdominal, calambres abdominales, dolor abdominal, diarrea y/o estreñimiento, y aumento de gases, debido a la fermentación bacteriana dentro del intestino delgado.

En casos extremos, los signos pueden incluir esteatorrea, pérdida de peso, anemia, deficiencias en
vitaminas, inflamación de la mucosa…

Los signos y/o síntomas de SIBO pueden surgir de la mala absorción de nutrientes, produciendo a medio plazo carencias nutricionales. Además, disminuye la absorción de grasa, produciendo también carencias de vitaminas liposolubles y heces grasas.

Causas del SIBO

 

La patogenia del SIBO es múltiple y su incidencia es cada vez mayor, de hecho, se estima que hasta el 35% de la población puede padecer sobrecrecimiento bacteriano.

Una de las causas más comúnes son las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como por ejemplo, la enfermedad de Crohn, que favorecen el SIBO debido a diferentes disfuciones como distensión luminal y alteraciones en la valvula ileocecal.

La disminución de la secreción de ácido clorhídrico (HCL), debido al tratamiento de medicamentos como IBPs, AINEs, alcohol… También, la aparición de H. Pylori, produciendo alteraciones gástricas. La reducción del HCL disminuye el mecanismo de protección químico que tiene la mucosa gástrica frente a las invasiones de microorganismos, haciendo que la aparición de SIBO sea más recurrente.

Diagnóstico del SIBO

 

Una vez conocidos los síntomas y las posibles causas, ante una sospecha de sobrecrecimiento bacteriano puede ser de ayuda tener un diagnóstico para afinar el tratamiento posterior y prevenir futuras complicaciones. La prueba adecuada para el despistaje del SIBO es el test de aliento.

Este tipo de test, mide el hidrógeno y metano producidos por bacterias en el intestino delgado, que se ha difundido en la sangre y luego los pulmones para su espiración.  El gas se mide durante 2 o 3 horas y comparado a la base. Los pacientes toman una solución de glucosa o lactulosa después de 1 o 2 días de dieta preparatoria. Esta dieta es muy importante para la preparación, ya que saca la mayoría de la comida que alimentaría a estas bacetrias productoras de gas, permitiendo una reacción más clara a la solución.

Existen dos tipos de test; test de aliento con lactulosa o con glucosa. El test no es invasivo, consiste en soplar a través de una boquilla para medir, en diferentes momentos a lo largo de 3-4 horas, la cantidad de hidrogeno y metano del aliento tras tomar un sustrato (10g de lactulosa o 75g de glucosa)

1. Test de aliento para lactulosa

Los humanos somos incapaces de digerir o absorber la lactulosa. Son las bacterias as que tienen las enzimas adecuadas para la absorción. Después de consumirlo, producen gas. Si hay proliferación, se verá reflejada en los niveles de hidrógeno o metano. La ventaja de este test es que puede diagnosticar proliferación en la parte distal del ID, que parece ser la más común. La desventaja es que no puede diagnosticar SIBO tan bien como el test con Glucosa.

2. Test de aliento para glucosa

Tanto los humanos como las bacterias absorben la Glucosa. Esta se absorbe en el primer metro del intestino delgado, por lo cual, si hay producción de hidrogeno o metano durante el test, refleja una proliferación en los primeros 60 cm del intestino delgado.
La ventaja de este test es que puede detectar con éxito el SIBO proximal. La desventaja es que no puede diagnosticar SIBO distal, que es más común.

Los resultados sobre la cantidad de gas encontrado se presentan en forma de curvas, dónde en el eje horizontal se expresan el tiempo transcurrido en minutos y en el vertical la cantidad de gas calculada en partes por millón (ppm). Puedes encontrar los dos gases en una misa curva o bien en dos separadas.

 

El hidrogeno y metano son gases producidos por la microbiota. Su elevación en la primera parte del test (los primeros 90 minutos más o menos, puede variar según la velocidad de tránsito intestinal de cada persona) indica presencia de microbiota en el intestino delgado y por lo tanto un SIBO positivo. Para el diagnóstico de SIBO, debe aparecer en la curva:

  • una elevación de 20ppm o más de hidrógeno (H2) respecto al valor basal, o bien
  • un aumento de 10ppm o más en el caso del metano (CH4) respecto a su valor basal.

Tratamiento para el SIBO

Para el tratamiento del SIBO, es necesario un tratamiento antibiótico. Los principales antibióticos usados son Rifaximina y Neomicina. Son casi completamente no absorbibles, lo que significa que se quedan en los intestinos, teniendo una acción local y no causan efectos segundarios sistémicos como infecciones urinarias. Son elegidos específicamente por esta propiedad que les permite actuar solamente donde se necesitan. El Metronidazol, un antibiótico sistémico, es usado también.

• Prueba (+) a Hidrógeno: rifaximina
• Prueba (+) a Metano o hidrógeno y metano: rifaximina + metronidazol o neomicina

Deberá ser un médico quien paute este tratamiento al igual que su dosis y duración.

Por otro lado, existe un enfoque terapeutico paralelo al tratamiento antibiótico. Como el uso de procinéticos farmacológicos o naturales. También, el uso de enzimas digestivas y el uso de probióticos.

Es importante atender la causa del SIBO y tratarla ya que hay riesgo de recaídas en el 30%-50% de los casos.

Dieta para SIBO

Paralelamente al inicio de tratamiento farmacológico es conveniente adaptar la alimentación, para ello lo esencial es que te pongas en manos de un dietista – nutricionista especialista.

Se han propuesto distintas dietas para el tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano, pero actualmente, no existe una dieta específica para SIBO. Podrás hacer una dieta, siempre personalizada y pautada por un profesional, que te ayude a encontrar la situación original que te ha llevado al SIBO y que disminuya tu sintomatología. Será tu médico digestivo o dietista nutricionista especializado en SIBO (o patologías digestivas) el que te aconseje una alimentación específica, como por ejemplo, la Dieta baja en FODMAPs. Descubre de qué se trata en nuestro blog y jamás la hagas por tu cuenta.

Esta entrada del blog, que habla sobre el diagnóstico de una patología y su tratamiento no sustituye en ningún caso las consultas con los profesionales sanitarios correspondientes para un correcto diagnóstico evaluación y tratamiento personalizados a cada caso concreto.

Para ello, ponte en contacto con Dietistas Nutricionistas en Pamplona si sospechas que con tus síntomas, puedes tener un SIBO, para así poder tener un diagnóstico adecuado y pautar un tratamiento específico y personalizado.

Acude a GUT Nutrición

Related Posts

Las cookies de GUT Nutrición son caseras, saludables y sin azúcares añadidos. Analizan tu navegación para obtener datos de tráfico y mejorar tu experiencia web    Más información
Privacidad
Abrir chat
¿En qué podemos ayudarte?
¡Hola!

¿En qué podemos ayudarte?