Alimentación en personas mayores
La población adulta va en aumento. En 2024, más de 9,9 millones de personas en España tenían 65 años o más, representando aproximadamente el 20% de la población total del país. En la vida adulta, conforme vamos cumpliendo años, nuestro cuerpo empieza a sufrir una serie de cambios que comprometen nuestro estado nutricional.
Valoración nutricional
Para valorar el estado nutricional de una persona, tenemos que fijarnos en los hábitos que han llevado a lo largo de su vida, las enfermedades que han pasado, el tipo de trabajo o la situación económica, ya que todos estos factores marcan una gran diferencia de una persona a otra.
También hay que tener en cuenta que el envejecimiento conlleva una serie de cambios en el organismo:
- Reducción del apetito
- Disminución de la sensación de sed
- Sensación temprana de saciedad
- Pérdida de sentidos
- Enlentecimiento del tránsito intestinal
- Modificaciones en la composición corporal
Es decir, el paso de los años afecta de manera distinta a cada uno, por lo que no todos los adultos mayores tienen el mismo estado de salud. Por eso, en GUT Nutrición evaluamos la situación de cada persona para adaptar el tratamiento nutricional a sus necesidades personales.
Aspectos clave
En consecuencia a los cambios que acabamos de comentar existen aspectos que tenemos que tener en cuenta en los adultos mayores como son:
- Hidratación: La cantidad de agua que contienen los alimentos no es suficiente para hidratar a la persona, por ello, es fundamental fijarnos en el consumo de agua de la persona e intentar que vayan bebiendo a lo largo de todo el día. La recomendación de agua según la EFSA es de 1.6L de agua para las mujeres y 2L de agua en hombres.
- Fibra. Incluir alimentos altos en fibra ayudará a disminuir el estreñimiento y las complicaciones derivadas de este.
- Proteínas: El consumo de alimentos como la carne o el pesado se suelen ir disminuyendo con el paso de los años. Por ello, buscar distintas fuentes de proteína o consumo de estas es crucial para prevenir la desnutrición y sarcopenia.
- Hidrato de carbono: Junto con la proteína y el ejercicio serán fundamentales para el mantenimiento de la masa muscular. Mantenerse activo y conservar la masa muscular permitirá a la personas mayores mantener su independencia.
- Vitaminas: Hay dos vitaminas que se ven disminuidas en las personas mayores. Por un lado está la vitamina D. La deficiencia de vitamina D en adultos mayores es un problema común que puede afectar la salud ósea y muscular. En este blog os dejamos más información sobre esta vitamina, dónde encontrarla y la cantidad necesaria según nuestra edad. Por otro lado está la vitamina B12. Su déficit se debe a una ingesta insuficiente o a dificultades en la absorción debido a factores como la disminución de la acidez gástrica. La deficiencia de vitamina B12 puede causar anemia megaloblástica, fatiga, debilidad muscular y daño neurológico. e a la hora de ayudarnos a dormir.
En definitiva, mantener una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades individuales nos ayudará a mantener la salud, la autonomía y la calidad de vida. Una dieta adecuada, rica en vitaminas, minerales y proteínas de buena calidad, ayuda a prevenir deficiencias frecuentes, fortalecer el sistema inmunológico, mantener la masa muscular y cuidar la salud ósea y cognitiva. Si tienes dudas sobre si llevas una correcta alimentación o puedes mejorarla, contacta con el equipo de Nutricionistas de GUT Nutrición que podrá ayudarte en lo que necesites.


